Según Adam, los principios de horizontalidad y participación son los
fundamentos de mayor relevancia en la práctica andrológica, los cuales
revisaremos a continuación:
• Participación: debe entenderse como la acción de tomarse decisiones en
conjunto o actuar con otros en la ejecución de una tarea determinada. El rol
del estudiante adulto en el proceso de aprendizaje consiste en algo de mayor
dimensión que la de ser un receptor pasivo, conforme y repetidor de las
enseñanzas impartidas por el profesor. La participación implica el análisis crítico
de las situaciones planteadas, mediante del aporte de soluciones constructivas.
La participación estimula el razonamiento, promueve la discusión constructiva
de las ideas y conduce a la reformulación de propuestas.
Horizontalidad: este principio se refiere fundamentalmente al hecho de
ser, tanto el facilitador como el participante, iguales en condiciones al
poseer ambos la adultez y la experiencia, pero con diferencias en cuanto a los
niveles de desarrollo de la conducta.
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